Mi confrontación con la docencia.
Estudié la Licenciatura en Artes
Visuales en la UNAM egresando en 1984, Me dediqué al diseño comercial de
imágenes, al grabado en madera, al estampado y a la fotografía en diversas
empresas privadas así como realizando obra plástica de índole personal. Por invitación
de un familiar colaboré en la fundación de una escuela secundaria en mi
comunidad, siendo éste el primer contacto con la enseñanza.
Algunos años después tuve la
oportunidad de ingresar al Nivel Medio Superior invitado por compañeros
directivos con quienes mantenía una estrecha amistad por acudir a eventos de
clausura con mi participación artística, ahí pude percatarme de la respuesta
positiva de los estudiantes para con las interpretaciones étnicas que
ejecutaba; esta fue mi mayor motivación para el cambio de nivel puesto que
además se conjugo la búsqueda de una persona con un perfil similar al mío y con
documentos que avalaran dicha preparación.
Después de casi 25 años
de ser docente, mis reflexiones y sentimientos en relación al ser docente se
han construido, reconstruido y transformado cada día. Hoy puedo afirmar que la
actividad docente está llena de vicisitudes y sin embargo es una actividad
integralmente enriquecedora. En el transcurrir de los años he visto pasar a un
sinnúmero de estudiantes, cada uno con problemáticas distintas en etapas y épocas
de vida diferente; así mismo me he enfrentado a diversos estilos de enseñanza
que me han conducido en un primer momento a la actualización, posteriormente a
la reconstrucción de mis acciones en el aula.
El tiempo aconteció
vertiginosamente, pues a pesar de tantos años de trabajo, nunca me he sentido
desmotivado, esta actividad resulta vivificante, transformadora, generadora de
ideas y propuestas, sin embargo esta afirmación es construida gradualmente y
con altibajos ¿Por qué afirmo esto?... al no ser la docencia mi carrera de
formación inicial, cada fracaso en el aula me invitó a investigar e implementar
herramientas que me permitieron sobrevivir y no declinar en momentos críticos
intrínsecos de esta tarea.
Por tanto, ser docente
en educación media superior, ha significado para mí una humilde pero importante
contribución de ayuda, apoyo y compañía
positiva hacia un sector de la población, la de los estudiantes quienes
experimentan un momento importante de transición que va de la adolescencia a la
adultez, y en quienes he propiciado el fortalecimiento de herramientas culturales, así como la expresión
de emociones y sentimientos; todo ello para lograr la sensibilización de un ser
humano en formación quien con estas características tendrá un papel importante en
la sociedad.
Me es satisfactorio reconocer que
después de muchas generaciones he recibido testimonios de recuerdos positivos
de mi clase; varios alumnos han elegido mi carrera de origen, y aún el contacto
actual con ellos me posibilita corroborar que han concluido sus estudios y
ahora son nuevos formadores de generaciones en el arte. Mas no todo es así, si
realizo una introspección, percibo varias frustraciones, fracasos y desengaños
en este caminar educativo, pues en muchos casos el conformismo y la apatía me
limitaron impidiendo la requerida y vital transformación en el momento
histórico adecuado.
Solo los años, me han
hecho reconocer ésta deficiencia formativa y de actitud personal, el cursar
esta especialidad me pone frente a un reto: un cambio de actitud, de
renovación, de actualización y abordaje del conocimiento desde diversas áreas y
canales. Ser nuevamente estudiante y tener como elemento intermediario a una
computadora no ha sido fácil, sin embargo dedico cada día tiempo para el trabajo
académico con mis estudiantes y ahora formativo conmigo, porque nosotros
“Docentes” necesitamos capacitarnos y actualizarnos día con día.
Esta especialidad me ha enfrentado a mí
mismo, me ha dado la posibilidad de conocer problemáticas de enseñanza en otras
latitudes geográficas del país, convivir e intercambiar ideas con colegas que
de no ser de esta forma jamás hubiera conocido, superar en la medida de lo
posible mi analfabetismo tecnológico y tomar conciencia de sus importantes
posibilidades, dialogar con mis tutores e invertir el rol de profesor a
estudiante, realizar un esfuerzo extra y adicional respecto al únicamente
trabajar dos turnos, dilatar mi esfera cognitiva, cambiar mi enfoque pedagógico
y finalmente disciplinarme a estas actividades.
Les adjunto una fotografía de un grupos con quien trabajo, En esta toma celebraban el haber participado en un evento cívico en donde interpretaron cantos en lengua náhuatl,
Compañero Octavio:
ResponderEliminarMe parece muy importante lo que comentas, sobre la docencia en sí, como una construcción gradual y con altibajos, porque finalmente es una actividad perfectible y sobre todo que no se debe ni debe declinar, porque solo de esta manera se aprende y enseña.
Hola Octavio.
ResponderEliminarRetomo unas palabras suyas “en un primer momento la actualización y posteriormente a la reconstrucción en el aula” es la finalidad de la especialización, hemos hablado en los foros de la actualización pero esta no debe quedar en papel, sino en su implementación en el aula. El desarrollo de competencias en sus alumnos son observables, la estrategia ahora debe ser planificarlas para compartirlas.
Saludos, Graciela.